La experiencia transitó por la creación de una colonia apícola, la forestación con distintas variedades de nogales y otras especies y la implementación de un fraccionamiento rural con la propuesta de desarrollar una pequeña aldea de montaña con objetivos comunes y autosustentables.
El pasar del tiempo sumó la iniciativa de complementar la idea original incorporando lo que significa el entorno natural que nos rodea a propuestas participativas y recreativas; fue así que adecuamos el predio modificando y ampliando el contenido del diseño original, para recibir a aquellos visitantes que mas allá de relajarse y disfrutar del paisaje y la vida en contacto pleno con la naturaleza, elijen el turismo vivencial como opción superadora; historia, naturaleza, gastronomía, relax, paisajes, desarrollos sustentables, etc. se entremezclan y enriquecen esta alternativa diferente, propuesta para enamorarse de nuestras sierras.

